Si tu novio te ignora y no suele hablar de sus emociones, tienes a una pareja emocionalmente no disponible. Hablemos al respecto.
Las relaciones de pareja resultan ser un reflejo del estado emocional de cada uno de los individuos que la conforman. Así que, si estás con una persona que se compromete a medias, tienes a una pareja emocionalmente no disponible.
Se trata de una persona que, a pesar de estar emparejada, se interesa poco en crear conexiones emocionales y envía mensajes contradictorios.
Va de un extremo a otro, un día está loco por ti y al otro evita el compromiso a como dé lugar. Y si, además, tiene rasgos narcisistas y no se preocupa por tus necesidades, estás con una pareja emocionalmente no disponible.
No te presenta a su familia ni a sus amigos. O, por el contrario, va muy rápido y quiere todo contigo. Si estás con alguien así, desconfía. Todos los extremos son malos.
Este tipo de relaciones se convierten en una montaña rusa emocional. O están muy bien o están muy mal y ¡aguas! porque eso genera dependencia. Sin duda, estás con una pareja emocionalmente no disponible.
Es muy intenso porque eso es lo que le gusta, lo que le hace sentir “vivo”, sin embargo, evita conectar contigo (y consigo mismo), no sabe (y no quiere) mostrar sus emociones. No está preparado para una relación (aun si parece lo contrario).
Tener una pareja emocionalmente no disponible significa estar con quien tiene siempre un pie fuera de relación, insisto, aunque no te lo haga saber. Por eso es que hay que identificar temprano las señales más “sutiles”.
Te pasas la vida tratando de entender qué quiere, sin embargo, no lo vas a conseguir, porque él tampoco sabe qué quiere.
Puede dañar seriamente tu autoestima, puede mantenerte confundida y temerosa. El malestar se hace evidente, incluso fisiológicamente.
Si es tu caso, empieza por preguntarte ¿qué necesitas?, hazte cargo de ti y aprende a darte lo que la otra persona no puede (y no debe, no es su responsabilidad).
Probablemente necesitarás ayuda profesional para salir de este bache. Tener una pareja emocionalmente no disponible es duro, pero el límite lo pones tú. Solo necesitas un empujón.