Un “¡ordena tu cuarto!” es la mejor herencia de tu madre. Y es que resulta que una casa desordenada es causa común de caos y el temido estrés. Así que voltea a tu alrededor y cuéntame cómo te sientes.
En primera instancia, tu hogar te delata, habla de ti, de tus hábitos. Para bien o para mal, es un reflejo de tu vida. Por eso es importante hablar de cómo una casa desordenada impacta en la salud física y mental de quienes la habitan. ¿Qué dice tu casa de ti?
Un estudio auspiciado por la Universidad DePaul en Chicago, reveló que existe relación entre la frustración y el desorden. Y se trata de un fenómeno que se acentúa con el paso de los años, tanto más tenemos tiempo libre para atender los detalles, cuanto más importancia les otorgamos.
Los objetos que nos rodean son nuestra realidad y percibir el caos en y entre ellos puede generar una sensación de ansiedad. Las mujeres tendemos más a responder fisiológicamente frente a una casa desordenada.
Por un lado, un hogar “patas para arriba” puede traer consigo culpa, pues aunque “queremos” ordenar, por una u otra razón no “podemos”. El problema no para de crecer.
Por otro lado, según el Instituto de Neurociencia de Princeton, las personas que viven en una casa desordenada experimentan una sensación de cansancio mayor.
Al respecto, tender tu cama es un gran primer paso, pues además de que evita desperdiciar energía mental, te ayudará a dormir mejor cuando regreses a tu casa o a tu cuarto (si te estás quedando en casa).
¿Cuántas veces te has topado con imágenes de espacios acogeros en Pinterest y suspiras? ¿Cuántos de ellos lucían desordenados? Exacto. Ninguno. Una casa desordenada puede estar dañando seriamente tu humor, tu productividad y tu sueño.
Pon manos a la obra y googlea el método Marie Kondo, te aseguro que vas a inspirarte. Kondo es una experta organizadora, amante del minimalismo, con algunos libros y una fusión entre serie y reality que va a hacer de tus noches en Netflix jornadas mucho más productivas.
Ordena tu casa, ordena tu vida.