Si eres de los que repiten y repiten frases como “el dinero no crecer en los árboles” o “el dinero es la raíz de todo mal”, entonces, tienes una relación malsana con la riqueza, el dinero y el éxito.
La escasez es la falta de recursos para satisfacer las necesidades y tiene todo que ver, en primer lugar, con un estado mental y con una sensación constante de carencia.
Los mexicanos solemos tener una relación de amor-odio con el dinero, nos quejamos constantemente de nuestro sueldo, pagamos las cuentas a regañadientes, no tenemos un control de gastos, ahorramos poco e invertimos menos.
Aunque claro que hay excepciones y cada vez más mexicanos adquieren conocimientos y habilidades financieras, para acabar con los bloqueos culturales hay que empezar con una buena dosis de inteligencia emocional y otro poco de reprogramación mental.
Nos hicieron creer que teníamos que ganarnos el pan con el ‘sudor de nuestra frente’ y, aunque no niego que para hacer dinero hay que esforzarse, solemos caer en la trampa de que hay que sufrir para merecer. Eso solo entorpece nuestra relación con el dinero.
Vamos a desaprender y reaprender:
- ¿Qué necesitas? A veces las carencias de tipo emocional nos llevan a comprar lo que no necesitamos, así que hay que resistir la tentación de una recompensa inmediata que, además, después genera un mayor vacío. Usa el dinero a tu favor.
- Planifica, pero no te obsesiones. Toma decisiones visualizando el futuro, el largo plazo, pero no pierdas de vista que vale la pena atender también tus necesidades y placeres más inmediatos.
- Sin culpas. Cuando adquieras uno de esos artículos que llamamos ‘lujitos’, no te culpes. Si pasaste días o meses pensando en esa prenda y comprarla no desequilibra tus finanzas (no mucho), disfrútala. El dinero es solo un medio de pago.
- Invierte. Y no solo hablo de invertir en acciones, bonos o bienes raíces, también puedes (y te hará bien) invertir en experiencias; elegir un concierto o clases de salsa por sobre unos zapatos nuevos puede ser un apapacho para el alma.
Recuerda que para tener lo que quieres primero debes aceptar (y abrazar) lo que tienes. Después, diseña un plan de acción y verás que si te concentras en disfrutar cada etapa, podrás generar más y más dinero.