Esta cuarentena nos empujó a dar un salto cuántico desde la vida godín hasta la vida godín en casa; con fallas en el servicio de internet, café soluble y perros ladrando en plena videollamada con el jefe: ¡Hola, home office!
Empiezo este texto aclarando que no me estoy quejando (mucho), agradezco poder quedarme en casa mientras afuera los contagios por coronavirus no cesan, sin embargo, jamás imaginé que hacer home office conllevara tantos retos.
No es tan sencillo cambiar la rutina de un día para otro, si recién estás trabajando desde casa, sé paciente contigo, con los otros y, sobre todo, con el servicio de internet.
Pero hacer home office no tiene por qué ser un dolor de cabeza, es no solo una modalidad de trabajo, también es un estilo de vida. Aquí algunos consejos para que seas más productivo sin sacrificar tus planes personales:
- Un horario fijo. Así es, el primero reto del home office es empezar tu jornada laboral de forma puntual pero, sobre todo, terminarla de forma puntual. En casa no hay “checador” pero es importante que adquieras un compromiso contigo mismo, respetes y hagas respetar tus horarios de trabajo.
- Un espacio fijo. Aléjate de la cama y cualquier espacio que luzca demasiado confortable, no queremos que “te gane el sueño”. Si se te complica concentrarte no es buena idea trabajar en la sala, en el comedor o la cocina, los espacios donde usualmente estará el resto de tu familia.
- Silencio. Aunque es imposible controlar el caos de la calle, es posible poner orden en casa, necesitas comunicar a los miembros de tu familia tus horarios de trabajo y pedirles tanto silencio como sea posible, hacer home office no es cosa fácil. Además de eso, unos buenos audífonos para lograr concentrarte en casos extremos.
- Fuera distractores. Y lo mismo me refiero a los grupos de WhatsApp que nada tienen que ver con el trabajo como a evitar la tentación de visitar el refrigerador sin control. También busca fruta o una pequeña porción de botanas por si te da hambre, pero evitar desayunar frente a la computadora, no lo harías en la oficina ¿o sí?
- “Sola con mi soledad…”. Ya sé, uno de los factores que podría ser un enemigo al momento de hacer home office es la soledad, así que es importante que mantengas contacto de la forma más humana posible, hablar por teléfono en lugar de solo enviar mensajes de texto por ejemplo.
Así que aliviánate, todo saldrá bien, a menos de que te levantes al medio día, no contestes correos y juegues FIFA mientras el resto de tu equipo de trabajo está en videollamada, en ese caso, todo saldrá mal.