Aunque me he dado a la tarea de recopilar los tips de algunos psicólogos, técnicas de coaching y otros consejos avalados científicamente, debes saber que reparar un corazón roto lleva su tiempo.
Hablamos de reparar un corazón roto en un sentido metafórico, pero es que se siente como tal. Y es que, cuando termina una relación o pierdes a alguien por cualquier otra causa, el dolor emocional causa dolor físico.
Y, a propósito del tema, según Mayo Clinic, el síndrome del corazón roto existe, es una afección cardíaca temporal que suele ser provocada por situaciones estresantes y emociones extremas. No estás exagerando.
Claves para sanar
- No trates de aparentar que todo está bien. Debes recodar que está bien estar mal y, aunque no se trata de contar tus problemas a todo el mundo, se vale compartir con tus seres queridos eso que te está pasando. Oblígate a socializar, así podrás, poco a poco, volver a pegar un corazón roto.
- Convierte tu dolor en arte. Esa fue la recomendación final de Meryl Streep en su discurso de agradecimiento de 2017 en la gala de los Golden Globe Awards. Y es que no hay nada más liberador que escribir o cantar eso que tienes atorado en la garganta.
- Camina, pero hazlo al aire libre. Va a despejar tu mente, además, mejora la circulación sanguínea, reduce la presión arterial alta y es capaz de aumentar tus defensas. Cuidar de ti de forma integral es la mejor manera de sanar ese corazón roto.
- Practica mindfulness. La meditación te trae al momento presente y ahí el dolor es mucho más sencillo de manejar. Pensar en el pasado, por otro lado, provoca depresión. Y eso que tanto te acongoja ya quedó atrás, por eso es que los ejercicios conscientes de respiración pueden ser justo lo que necesitas.
Finalmente, ten en cuenta que para curar un corazón roto debes darle tiempo al tiempo. Todo proceso de duele requiere de atravesar las etapas de negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Sé paciente con tu proceso.