El COVID-19 lo cambió todo. Los niños toman clases en la sala, los jóvenes lideran proyectos en el comedor ¿y los adultos mayores? También están en casa, pero ahora en una posición de vulnerabilidad.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los adultos mayores han sido los más afectadas por el COVID-19 y no solo porque tienen mayor probabilidad de enfrentar gravemente a consecuencia de este contagioso virus, también porque la pandemia puede agudizar sus cuadros ansioso o depresivos.
Han perdido a tantos amigos y familiares en los últimos meses que ni siquiera pueden vivir un duelo a la vez. Aquella única salida semanal se canceló porque su salud está de por medio. Crece la sensación de soledad y, mientras tanto, el miedo al contagio no los deja en paz.
¿Cómo fortalecer la salud mental de los adultos mayores?
- Diseñen un plan de acción en caso de emergencia. Sé que puede sonar alarmista, pero es una forma de dar tranquilidad a nuestros adultos mayores. Hablen acerca de “qué pasaría si” presentan síntomas relacionados con el COVID-19. Cuando el paso a paso es claro, pueden quitarse un peso de encima.
- Aislamiento físico, no social. Llámales todos los días, envíales mensajes, visítalos de vez en cuando (con todas las medidas necesarias). Si vives con ellos, procura que se relajen pasando tiempo en el jardín de la casa o viendo una película cómica, lo importante es ayudarlos a relajar la mente.
- No los rechaces. Inclúyelos en tus actividades familiares, necesitan sentirse útiles, así que fomenta un envejecimiento feliz. No eches por la borda su sabiduría y experiencia. Si tienes a un adulto mayor en casa y un día quiere volver a preparar esa deliciosa receta de su infancia, no lo limites, sé su ayudante.
Una mascota puede también hacerles compañía y aligerar el peso de esta larguísima cuarentena, quizá prefieran iniciar el cultivo de un huerto o leer un nuevo libro, lo que sea es bueno.
No pierdas de vista que ellos han cuidado de ti por años, es momento de protegerlos y recordar que eso que tanto nos asusta también los asusta a ellos. El COVID-19 merece toda nuestra atención, la salud mental de los adultos mayores también.