“Dime qué música escucha y te diré quién eres” parece una afirmación aventurada pero, según la ciencia, puede predecir nuestro comportamiento. Además, las personas que escuchan las mismas canciones comparten ciertos rasgos de la personalidad.
La música que escuchas dice mucho sobre ti y sobre mí. Y aunque, por supuesto que me asusta pensar que la ciencia juzga y valida mi personalidad justo cuando, por pura “casualidad” se cuela en mi playlist algo de reggaetón, es lo que escucho con regularidad lo que habla por mí.
Podemos escuchar de todo, pero hay ciertos géneros, canciones e interpretaciones que nos mueven. Existe el estereotipo de que los amantes del rock y del heavy metal suelen tener pensamientos negativos, nada más lejos de la realidad.
Y ya que estamos hablando de metaleros, la Universidad de Warwick, en Inglaterra, asegura que las personas que prefieren escuchar heavy metal obtienen puntuaciones más altas en pruebas de inteligencia. La música nos hace más aptos.
Los participantes en el estudio, afirmaban utilizar el heavy metal como método para alcanzar una catarsis, una liberación de las pasiones que alteran su mente. Es una forma de gestionar las emociones y afrontar la presión académica.
Además, investigadores de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, aseguran que las preferencias musicales de cada persona pueden incluso predecir su comportamiento. El lenguaje nunca es inocente, la música tampoco.
Según este estudio, los amantes del jazz son sociables y suelen atender su autoestima y bienestar en general. Revela, además, que quienes aman el soul resultan ser extrovertidos y creativos.
Es así como la ciencia estudia cuáles son los efectos de la música que solemos escuchar. Fortalece el aprendizaje y la memoria, indice sobre la presión arterial y hasta modula la velocidad de las ondas cerebrales.
Y si escuchar algunas canciones es sanador, cantarlas potencia su efecto. ay una reducción inmediata en la producción de las hormonas del estrés, como el cortisol y, en consecuencia, relajación.