Cuando la tristeza se convierte en depresión, los medicamentos y la psicoterapia son vitales, pero hay un tercer actor que puede hacer mucho por la salud de cualquier individuo: la música. Hablemos sobre el poder curativo de la música.
De ahí que haya surgido el concepto de musicoterapia, una práctica que utiliza la música de forma controlada con el objeto de recuperar, mantener y mejorar tanto la salud física como la salud mental de una persona.
Al estudiar la respuesta del cerebro a la música, las áreas claves que se ven involucradas son las del control y la ejecución de movimientos, por eso es que escuchamos música y, en automático, nos provocas movernos.
En los primeros meses de vida, los bebés responden a melodías antes que a una comunicación verbal de sus padres. Desarrollan la psicomotricidad, estimulan la expresión verbal y refuerzan su autoestima.
Escuchar esa canción especial, favorece la producción de dopamina, un mensajero químico que regula el sueño, la atención, la actividad motora y el estado de ánimo. La música sana.
No por nada son cada vez más los hospitales que ofrecen a sus pacientes conciertos en vivo para mitigar la tensión que su estado les producen. Se han elegido suaves acordes de violín, arpa o guitarra en vivo antes de un procedimiento de radioterapia o quimioterapia.
La música actúa sobre el hipotálamo, el núcleo de accumbens y el área tegmental ventral, lo que activa los centros de recompensa y placer de nuestro cerebro. Relaja el ritmo cardíaco, reduce la tensión y es un sedante natural.
Es por eso que tanto pacientes oncológicos como aquellos con asma, autismo, depresión, Parkinson, Alzheimer, epilepsia y recién nacidos en cuidados intensivos se han visto favorecidos al ser expuestos a una serie de frecuencias sonoras.
Los expertos afirman que la música instrumental lenta y géneros como el vals ayudan a relajarse de forma inmediata. Pero los beneficios de la terapia musical van mucho más allá, se han registrado beneficios médicos medibles. El poder curativo de la música es avasallador.
Lo importante es que si estás enfermo, estresado, ansioso, cabizbajo o estás atravesando una crisis, sepas que cuentas con la musicoterapia como una herramienta de gestión emocional. Es gratuita y poderosa.
