Trastorno afectivo estacional, depresión invernal o depresión navideña, no importa cómo la llames, pero atiéndela a tiempo. Estos datos te serán de gran utilidad para identificar si tú o alguno de tus seres queridos la está viviendo.
La depresión navideña es un trastorno del estado de ánimo relacionado con la falta de luz por la temporada invernal, el estrés y, al mismo tiempo, la carga emotiva propia de la época decembrina.
Es un tipo de depresión que, como su nombre lo dice, va y viene con la estación invernal, sin embargo, si no se trata puede derivar en problemas emocionales crónicos y dificultades que acaban limitando de manera importante todas las áreas de la vida. Se presenta a finales de otoño y puede agudizarse conforme pasan los días.
La luz solar afecta a dos sustancias químicas en el cerebro: la melatonina y la serotonina, por eso es que los ciclos de sueño-vigilia se ven afectados y, en consecuencia, el estado de ánimo. La depresión navideña es cosa sería.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión navideña?
La doctora Rossana Castañeda Mendoza, adscrita al Hospital de Psiquiatría con Unidad de Medicina Familiar No. 10 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explica que los síntomas clásicos de la depresión invernal son:
- Cansancio.
- Apatía.
- Desgano.
- Pérdida de vitalidad.
- Irritabilidad extrema.
- Pensamientos negativos y de derrota.
Además, la depresión navideña puede manifestarse con sentimientos de culpa o impotencia, aislamiento social, dificultad para concentrarse y recordar detalles, cambios de peso, insomnio o somnolencia y, en el peor de los casos, pensamientos suicidas.
Hablar con otras personas y buscar ayuda profesional son acciones clave, pero hay una serie de pequeños hábitos que cualquiera puede hacer por cuenta propia y ayudan a superar la depresión:
- Evita el aislamiento. Es normal que necesites tu espacio, pero también es importante que procures compartir con tus seres queridos e, incluso, con el mesero que te atiende en un restaurante. Las charlas más cotidianas ayudan con la depresión invernal.
- Haz ejercicio. Claro que no tienes ganas de nada pero, a veces, la acción antecede a la motivación. Cuando haces actividad física, el cuerpo libera unas sustancias químicas llamadas endorfinas, mismas que generan placer y fortalecen el sistema inmunitario.
- Evita la sobreexposición a medios de comunicación. Cuando atraviesas un periodo de depresión navideña debes cuidar tanto aquello con lo que alimentas tu cuerpo como aquello que nutre tu mente, así que elige cuidadosamente lo que vas a ver y escuchar.
Es importante que, aún si no has sido diagnosticado con un trastorno de este tipo, cuides de tu salud mental (sobre todo durante la época decembrina) y prevengas un episodio depresivo manteniéndote conectando con tus emociones y unido a quienes más quieres. Recuerda que esto también pasará.