Bien dicen que los niños son como esponjas, absorben lo que ven y lo que escuchan, están aprendiendo todo el tiempo. Ven cómo se comportan los adultos y aprenden, pero ¿qué pasaría si lo hiciéramos al revés? Estas son las 6 cosas que podemos aprender de los niños para vivir mejor.
Podemos recrear su actitud ante la vida, la forma de enfrentarse a los problemas simples y complejos, su capacidad de asombro y la manera en la que exploran el mundo con sus 5 sentidos.
No importa si eres ama de casa, obrero, emprendedor, un gran empresario o estudiante universitario, todos podemos aprender de los niños y de la facilidad con la que distinguen lo que es importante de lo que no lo es tanto. ¿Por dónde empezamos?
- No se preocupan tanto por el futuro. Pasamos gran parte de nuestra vida adulta tratando de controlar el futuro y perdiendo de vista el presenta, pero la fórmula es simple: mira e imita a un niño. Son prácticos, disfrutan lo que están haciendo aquí y ahora, les gusta hacer planes pero no se los toman tan en serio.
- Juegan. Podemos aprender de los niños que la diversión está permitida. Usar el tiempo libre para crear, imaginar y reconectar con el juego es la mejor forma de alejarnos del estrés y acercarnos a esas ideas innovadoras que cambian el mundo.
- Son flexibles. Se equivocan, se frustran, lloran y lo vuelven a intentar, no importa si se trata de armar un rompecabezas o practicar un nuevo deporte. Son expertos en explorar nuevos caminos con ligereza.
- Olvidan fácilmente. Si tuvieron una gran pelea con su mejor amigo, la dejan ir y con facilidad. No guardan rencores y saben ofrecer disculpas, así que sin duda es algo que podemos aprender de los niños.
- Lloran sin vergüenza. Se expresan libremente y liberan el estrés. Somos los adultos los que nos aferramos a reprimir sus emociones porque no sabemos qué hacer con ellas, pero y si solo nos permitiéramos ser y sentir de vez en cuando.
- Respiran correctamente. Hemos adoptado muchos vicios y tendemos a hacer respiraciones cortas y poco profundas. La respiración diafragmática de los bebés (cuando inflan la pancita) nos vendría bien en medio de una crisis de ansiedad. Insisto en que tenemos mucho que aprender de los niños, a simplemente vivir.