La rutina laboral puede conllevar a uno que otro colapso mental y, cuando se tiene un patrón, a pensar en dejar el trabajo alguna vez. Si es tu caso, así es como sabrás que ya es hora de renunciar al trabajo.
Quizá, tú como yo, viste a tus papás trabajar para una sola empresa toda la vida, eso les funcionó. Pero hoy difícilmente podríamos hacer lo mismo. Así que suelta las expectativas y hazte cargo de conseguir lo que quiera que para ti signifique “éxito”.
Mary Kay Ash, fundadora de Mary Kay Cosmetics, solía decir “Hay dos cosas que la gente quiere mas que el sexo y el dinero: reconocimiento y halagos”. Cuando no están llegando, se contempla la posibilidad de renunciar al trabajo o a cualquier otro tipo de relación.
5 señales de que llegó la hora de renunciar al trabajo
Que quede claro que hay excepciones a la regla, no todo el que esté atravesando por alguna de estas circunstancias está listo para dejar su trabajo. Hay que saber cuándo no es recomendable tirarlo todo por la borda.
Es clave que tengas algún tipo de plan para cuando renuncies. Así que, aun cuando cumplas con todos estos requisitos, tómatelo con calma y planea la huída. ¿Cuándo renunciar al trabajo?
- El trabajo aumenta, las recompensas no. Si estás a full, con sobrecarga laboral y los pelos de punta, hay que hacer algo al respecto. Primero tendrías que hablar del asunto con tu jefe directo, con el director o con Recursos Humanos. Si nada funciona, empieza a buscar otras opciones.
- Estás desmotivado y aburrido. También se puede pensar en renunciar al trabajo cuando ya no representa un desafío. El llamado “síndrome de boreout” hace que los trabajadores terminen con problemas de salud mental. Una vez más, agota todas las posibilidades de un posible cambio antes de renunciar al trabajo.
- No hay un plan de carrera para ti. Si por más que intentas no consigues un mejor puesto (y un mejor sueldo) o si, de plano, eso es algo que no suele pasar en la empresa para la que trabajas, es evidente que ahí ya no hay más para ti. Empieza a repartir tu currículum antes de dar las gracias.
- Sufres de acoso laboral. Si sufres de críticas sistemáticas, injustificadas, malos tratos, gritos, mobbing u otra forma de acoso por parte de cualquiera de los integrantes de la empresa, no hay nada que pensar: es hora de denunciar o renunciar al trabajo (o las dos).
- Porque eso es lo que quieres con toda conciencia. Porque quieres emprender, porque hay otra empresa haciéndote ‘ojitos’ o porque lo tienes en mente desde hace tiempo e, incluso, ya sabes cómo cubrirás tus gastos durante el periodo de transición entre un trabajo y otro.
Ahora, prepara tu currículum, tu renuncia y comunícaselo a tus jefes con, por lo menos, dos semanas de anticipación. En la medida de lo posible, renunciar al trabajo debe mostrar tu mejor faceta como trabajador.
Estás listo.