Los incel viven en un mundo muy hostil y, sin embargo, podrían estar justo al lado de ti. Se trata de una tribu cuyos deseos reprimidos terminan por impactar negativamente la vida de muchos otros.
No es un término nuevo, en 1993, una mujer queer (orientación sexual o identidad de género que no se adecúa a las normas sociales dominantes) lo acuñó para referirse a su celibato como una consecuencia de su físico, según relata el diario español El País. Los incel empezaban a llamar la atención.
Incel es el acrónimo de “Involuntary Celibate”, es decir, célibes involuntarios. Y un célibe es aquel individuo que no ha contraído matrimonio o que no tiene una pareja sexual, principalmente debido a causas religiosas.
Sin embargo, el celibato también adquirió un sentido de estilo de vida, en muchos casos, de uno muy oscuro. Hoy, los incel son, sobre todo, hombres que mantienen el celibato por “culpa” de los constantes rechazos de las mujeres, afirma La Vanguardia Española.
¿Qué tan peligrosos son?
En 2018, Alek Minassian, atropelló deliberadamente a un grupo de peatones en Toronto, solo unos minutos antes escribió en su cuenta de Facebook: “¡La Rebelión Incel ya ha comenzado!”. Así que la respuesta es muy peligrosos, tanto como cualquier otro que anda por ahí con un trauma que lo carcome.
Estos célibes involuntarios atacan a las mujeres porque encuentran en ellas la causa de todos sus males. Si no es con ellos, entonces, no será con nadie.
Los incel son hombres heterosexuales que no se sienten atractivos, que, más allá de no haber tenido una relación íntima jamás, sienten una genuina repulsión por quienes se saben atractivos y, por supuesto, por las mujeres que no gustan de ellos. El resentimiento es tal que pierden el control de sí mismos.
Y no se trata de una cuestión de género por supuesto, sino de la idea machista de que la mujer debe estar al servicio del hombre, a su plena disposición. Y, de acuerdo a las declaraciones que algunos medios han recogio de los incel, estos individuos están convencidos de que las mujeres conspiran en su contra.
Están dispuestos a obligar a las mujeres a tener sexo con ellos, a hundirlas y violentarlas tanto como sea necesario. Y, desgraciadamente, la comunidad Incel es cada vez más grande. Está en redes sociales y en las calles reclutando nuevos integrantes.
Basta un momento de vulnerabilidad, una mala gestión emocional y un entorno incapaz de contener para que uno o varios de sus miembros sean fácilmente incitados al odio. Y como sociedad, como familia, como amigos, ¿qué vamos a hacer respecto a los incel?
