Todos hemos caído en la adictiva trampa del azúcar cuando estamos tristes, pero para cambiar verdaderamente nuestro estado de ánimo hay que irnos justo al lado opuesto: saludable, pero no por eso menos divertido.
Es muy común que, cuando nos sentimos estresados, ansiosos o deprimidos, corramos a la tiendita de la esquina o a la tienda de conveniencia (esa que encontramos cada media cuadra) por donas glaseadas, papas fritas o el clásico refresco de cola para darnos un levantón. Sin embargo, todo lo que logramos es afectar más nuestro estado de ánimo.
Cuando todo va mal, hay una fuerza que nos empuja a comer más y, a veces, muy mal. Nos hace sentir temporalmente bien porque libera numerosos neurotransmisores, como la dopamina, disminuyendo así la sensación de angustia. A largo plazo, todas esas sensaciones complejas siguen ahí.
Por eso, me di a la tarea de googlear y ser mi propio conejillo de Indias para contarte sobre algunos alimentos que sí van a impactar positiva y permanentemente tu estado de ánimo:
Chocolate negro. Es importante que contenga, mínimo, 80% de cacao. Y es que la magia está en el triptófano, un aminoácido que produce serotonina. Dicho sea de paso, una dosis moderada de chocolate amargo también reduce el colesterol y los triglicéridos en la sangre.
Yogur. Resulta que la pérdida de Lactobacillus en la microbiota intestinal, la población de microorganismos que reside en los intestinos, conduce a la aparición de síntomas de depresión. El yogur repara la flora intestinal y, desde ahí, mejora tu ánimo (y el mío).
Aguacate. Sí, pónselo a todo. Y es que contiene Vitamina B6, que contribuye al funcionamiento regular del sistema nervioso, a mejorar la función psicológica y a disminuir el cansancio y la fatiga. En guacamole, en un sándwich, en una ensalada y hasta en un batido, el aguacate es multifacético y bondadoso con nuestro organismo.
Naranja. Y aquí hay que poner especial atención, siempre será más recomendable consumir la fruta en gajos que un jugo de naranja. De este modo, contiene más vitaminas y mantiene la fibra dietética. Al exprimir la fruta, aumentan sus niveles de azúcar y podríamos, a la larga, afectar nuestro ánimo.
Para sentirte mejor tienes que hacer mucho más que simplemente desearlo, pon manos a la obra. Alimenta cuerpo y mente con estos y otros alimentos que, a la larga, agradecerás haber elegido.
