Si te contaron que encontrar pareja te completaría y te haría muy feliz, necesitas conocer la propuesta del self-partnering y sus múltiples beneficios.
Self-partnering o auto-emparejarse (ya sé, suena rarísimo en español), es un concepto que hace referencia a la soltería bien vivida. No se trata de negarse al amor, pero sí de disfrutar cada etapa con o sin compañía.
Tiene que ver con la independencia emocional y la realización de un plan personal en el que el éxito no reside en tener una pareja o “sentar cabeza”.
Hay quienes suelen creer que las personas solteras son infelices, el self-partnering y la ciencia tienen otros datos. Varios estudios han relacionado la soltería con beneficios tales como una mayor sensación de libertad y mayores niveles de productividad, por ejemplo.
Pero no vamos a discutir acerca de si es mejor estar soltero o en pareja; estar bien con uno mismo es lo primero, lo demás es solo consecuencia del amor propio y la autoaceptación.
Cada vez hay más solteros (por elección) en el mundo, eso habla, por un lado, de una tendencia al individualismo y, por otro, de que estamos reacomodando nuestras prioridades y reconciliándonos con nosotros mismos antes de dar el (famoso) siguiente paso. Pero el self-partnering es mucho más que eso.
Hay quienes deciden no emparejarse, pero tampoco estar físicamente solos todo el tiempo. Independientemente del estado de la relación, los sistemas de apoyo personal son invaluables, los amigos y la familia siguen en el radar. Tal vez, incluso, un romance aparezca de vez en cuando, el amor de pareja se elige, ya no se necesita.
Las personas solteras no son miserables ni están tristes, a menos de que así lo decidan, claro. Hay una gran cantidad de caminos sociales para los que optan por el self-partnering. Emma Watson, por ejemplo, prefiere que la llamen “self-partnered”, algo así como “autónoma” en lugar de “soltera”. Buen punto.