Se trata de un problema común, pero silencioso. El síndrome de burnout está enmascarado de éxito y valía, sobre todo profesional.
El síndrome de burnout es un conjunto de respuestas emocionales relacionados con una sobrecarga de estrés. Fue declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como un factor de riesgo laboral.
Surge del enfrentamiento continuo de situaciones problemáticas. Hay frustración, temor y desesperación mal gestionados.
Está tipificado como un trastorno psicológico, así que no es cosa menor. El síndrome de burnout puede golpear lo mismo al nivel más bajo del organigrama que a los altos mandos de una empresa.
Es típico el cansancio emocional, la despersonalización, y falta de realización personal. Ataca, sobre todo, a quienes están en constante contacto con clientes y otros usuarios.
Por ejemplo, médicos y enfermeros del mundo entero están ahora mismo lidiando con impotencia, agotamiento y vulnerabilidad mientras combaten la pandemia por coronavirus. El síndrome de burnout ha empeorado para los profesionales de la salud.
Y aunque es mucho más común relacionado a cierto tipo de profesiones, durante estos tiempos de incertidumbre y caos, todos estamos expuestos.
Así que si tu desgaste físico y emocional es evidente, podrías estar sufriendo del síndrome de burnout. Las relaciones se vuelven mucho más complicadas, hay conflicto todo el tiempo.
Este trastorno está relacionado tanto con tu personalidad como con la dinámica propia de tus labores, de modo que para solucionar el problema hay que ir a la causa raíz.
Es importante que te detengas y atiendas. En casos graves, causa enlentecimiento, automedicación con psicofármacos, ausentismo laboral y abuso de alcohol o drogas.
Los peores casos, vienen acompañados de colapsos nerviosos e, incluso, el suicidio.
No quiero ser fatalista, pero quizá solo así pongamos atención a lo que verdaderamente importa. Busca ayuda profesional y procura tu bienestar.
