En México, los números hablan por sí solos: la tasa más alta de conducta suicida se registra en varones. Estamos fallando y visibilizar el suicidio podría ser un primer (gran) paso.
Lo sé, hablar de suicidio no es cosa fácil pero, contrario a lo que muchos piensan, hacerlo no incita a esta conducta. Todo lo contrario. Septiembre es el mes de sensibilización sobre el suicido, el pretexto perfecto para ahondar en cifras. Normalicemos el cuidar de nuestra salud mental, puede salvar muchas vidas.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa más alta de conducta suicida se registra en varones de 20 a 24 años. Y esto, desgraciadamente, no pasa solo en México.
Además, hay un aproximado de 5.1 suicidios por cada 100 mil personas. Y, aunque las cifras no favorecen en particular a los hombres, estamos hablando de un problema de todos. El silencio es el peor enemigo del suicidio y su alta incidencia, ¿qué vamos a hacer al respecto?
Las razones que llevan a alguien a quitarse la vida son tan variadas como complejas, la Clínica Mayo menciona, por ejemplo, la desesperanza, una situación estresante, el abuso de alcohol y otras drogas, una depresión grave, una enfermedad terminal o un ambiente hostil.
Y, aunque en todos esos casos, debería intervenir un psicólogo, un psiquiatra o, propiamente, un suicidólogo, hay algunas señales de alerta que, como familiares, amigos, compañeros y vecinos, pueden llamar nuestra atención acerca de un posible suicidio:
Sugerirlo abiertamente, cambios drásticos de humor, preocupación excesiva, cambio en la rutina y en los patrones del sueño, conductas autodestructivas, dejar de comer o hablar sobre ser una carga para los demás.
No son los únicos comportamientos relacionados con el pensamiento suicida, pero cualquiera de los anteriores debería llamar nuestra atención. Acércate con tiento y empatía a quien los manifiesta y busca ayuda de inmediato. El suicidio es cosa seria.
Ahora bien, si eres tú quien ha manifestado este tipo de comportamientos, no dudes en acercarte a quienes más quieres, también puedes llamar al 911 o, incluso, solicitar apoyo en Línea De La Vida en Facebook. Aún hay opciones y, aunque ahora no lo veas, todo va a estar bien.
