“La soledad impuesta es desolación, la soledad elegida es liberación”, según el Doctor en Psicología Walter Riso y no puedo estar más de acuerdo. Pero la soledad tiene dos caras, vamos a conocerlas.
La soledad es una emoción que forma parte de la experiencia humana, pero cuando está vinculada a los sentimientos de incomprensión, tristeza e inseguridad, es sumamente peligrosa.
Y, por supuesto, tendremos que hablar sobre sentirnos solos y estar solos. Te puedes sentir solo aunque estés rodeado de gente y esa es la peor de las circunstancias. Nada parece mitigar esa sensación.
Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), afirma que la percepción de soledad es más perjudicial para la salud que estar “físicamente solo”, se trata de personas más proclives a presentar diversas afecciones.
Y, por otro lado, quienes disfrutan de su tiempo a solas, se convierten en personas libres de dependencias y exigencias desproporcionadas. Los hace recuperar la energía y mantener el bienestar emocional.
Así que, sin importar la razón por la que en este momento estás frente a la soledad, estos son algunos consejos que podrían serte de gran ayuda para superar esta abrumadora sensación. ¡Toma nota!:
- Una nueva rutina. Si terminó una etapa, una relación o un proyecto, da vuelta a la página. Organiza tu vida en torno al nuevo tú. Deshazte de todo aquello que no te deja ser feliz y empieza por los recuerdos materiales.
- Establece horarios. El desorden genera más desorden y, en consecuencia, ansiedad. Necesitas seguir una rutina para sentirte seguro y tranquilo. Combate la soledad siendo disciplinado.
- Conversa. Con quien sea, con la cajera del supermercado o en la tiendita de la esquina, da igual. Puedes disminuir la sensación de soledad a medida que construyes una red de apoyo.
- Da el primer paso. No esperes a que esa persona especial te escriba, escríbele tú. Acércate a tu pareja, a tus amigos y a tu familia.. Las relaciones sociales alargan la vida y, por supuesto, disminuyen los sentimientos de soledad.
- Haz más de lo que te gusta. Quizá solo estás aburrido, pero no se trata de hacer por hacer, sino de hacer más de lo que te gusta. Y si no tienes nada en mente, aprende algo nuevo, eso impacta positivamente en tu salud mental.
No hay que satanizar la soledad, esa sensación puede ser un llamado de atención para que voltees a verte. Reconcíliate contigo y disfruta de tu compañía, luego, podrás compartirte con otros.
